El jabón artesanal de leche de burra es ideal para toda la familia y es un imprescindible en el baño.
Los jabones Savons d'Elodie se elaboran con aceites vegetales nobles y se saponifican en frío para preservar las propiedades así como los beneficios de cada ingrediente.
¿De dónde viene la leche de burra?
La leche de burra se ha utilizado como tratamiento de belleza desde hace miles de años, ya que la leyenda cuenta que Cleopatra se bañaba únicamente en leche de burra... hoy en día se la conoce como el oro blanco de la cosmética, y por algo será.
Los beneficios de la leche de burra
Enriquecido al final del proceso de saponificación con leche fresca de burra, este jabón es un auténtico bálsamo reparador para la piel.
Regenerador y Antioxidante
La leche de burra es tan preciada por sus propiedades regeneradoras que ya no necesitan ser probadas. Su uso diario retrasa el envejecimiento de la piel haciéndola más suave y firme.
Gracias a los oligoelementos que contiene de forma natural, el omega 3 y el omega 6, la piel se vuelve más flexible.
Calmante y cicatrizante
La leche de burra alivia la piel sensible. Ayuda a combatir el acné y ciertos problemas de la piel como la psoriasis y el eczema.
Su suavidad permite calmar las pieles más reactivas que tienden a enrojecer. Se puede utilizar fácilmente en forma de jabón y puede emplearse a diario tanto para limpiar como para suavizar el rostro
Hidratante y nutritivo
La leche de burra, baja en grasas pero rica en vitaminas A, B2, E y C, tiene propiedades hidratantes y es ideal para las pieles deshidratadas y secas.
Consejos de utilización
Aplique el jabón sobre la piel húmeda hasta que haga espuma y aclare suavemente con agua tibia. Entre lavado y lavado, mantenga el jabón seco para asegurar su longevidad.
Para las manos
La higiene de las manos es esencial en la vida cotidiana. Para combinar lo útil con lo agradable, los jabones Savons d'Elodie son suaves y respetuosos con la piel.
Para ello, humedezca el jabón y lávese las manos. Obtendrá una espuma ligera y abundante. Aclare el jabón, así como sus manos, con agua limpia, y ponga el jabón en un lugar ventilado después de usarlo para que pueda secarse, idealmente en una jabonera de bambú
En la ducha
Utilice su jabón en la ducha con una bolsa de jabón de sisal natural.
Coloque el jabón dentro de la bolsa, ciérre la cuerda, humedézcala y lávese las manos y el cuerpo. Obtendrá una espuma ligera y abundante. Aclárelo con agua limpia y cuélguelo en un lugar ventilado para que se seque después de usarlo.
En la cara
Limpie su cara minuciosamente con su jabón y una esponja de Konjac.
Moje bien la esponja con agua tibia y escúrrala suavemente. Frótela con su jabón y luego limpie su rostro y cuello con la esponja, realizando suaves movimientos circulares desde el centro hacia el exterior del rostro. Aclare bien la esponja con agua limpia. Por último, exprímala y cuélguela en un lugar ventilado para que se seque antes del siguiente uso. Coloque el jabón en una jabonera de bambú, por ejemplo, para que se pueda secar antes del siguiente uso.
Uso exfoliante
Combine el cuidado del cuerpo con una ligera exfoliación gracias a la esponja de sisal.
Coloque un poco de jabón en su esponja de sisal ligeramente húmeda y lávese el cuerpo. Obtendrá una espuma ligera y abundante. Aplique en pequeños y suaves círculos y luego enjuague bien la esponja con agua limpia. Exprímala y cuélguela en un lugar ventilado para que se seque antes de su próximo uso. Coloque el jabón en una jabonera de bambú, por ejemplo, para que se pueda secar antes del siguiente uso.
Evite el contorno de los ojos.
No es comestible
Fabricación francesa
Todos nuestros jabones se fabrican en Francia, en el corazón de los Alpes del Sur, entre el Mercantour y la Provenza, en el valle de Ubaye.
Cada jabón se corta y estampa a mano, por lo que puede haber pequeñas diferencias entre los jabones.